Cleopatra’s Needle

Un viaje a la Aguja de Cleopatra en Londres

Situado en el Victoria Embankment, cerca de los Puentes del Jubileo de Oro, se alza un monumento que podría parecer fuera de lugar en medio del paisaje arquitectónico londinense: la Aguja de Cleopatra. Este antiguo obelisco egipcio es una de las tres estructuras de nombre similar que existen en el mundo y encierra una intrigante historia que abarca milenios y continentes.

Historia de la Aguja de Cleopatra

En realidad, la Aguja de Cleopatra es mucho más antigua de lo que sugiere su nombre. A pesar de su nombre, esta impresionante estructura no tiene ninguna relación histórica con la famosa reina Cleopatra VII. Fue erigida por Tutmosis III (1479-1425 a.C.), que gobernó Egipto en su momento de mayor poder, en 1450 a.C., por lo que tiene más de 3.500 años.

La «aguja» no se refiere a un instrumento de costura, sino a un obelisco, un monumento alto de cuatro lados cónicos que termina en forma de pirámide en la parte superior. Los jeroglíficos inscritos en las cuatro caras glorifican a Tutmosis III y conmemoran a Ramsés II.

El viaje a Londres

A pesar de ser egipcia por excelencia, esta aguja llegó a suelo británico como parte de un elaborado intercambio de regalos entre naciones. En 1819, Muhammad Ali Pasha, entonces gobernante de Egipto y Sudán, la regaló a Gran Bretaña en reconocimiento por las victorias de Nelson en Alejandría y de Sir Ralph Abercromby en El Cairo durante las guerras napoleónicas.

Sin embargo, el transporte de un artefacto pétreo tan enorme presentaba grandes dificultades, tanto por su tamaño (casi 21 metros de altura y unas 224 toneladas de peso) como por las limitaciones financieras. No fue hasta casi seis décadas después, cuando Sir William James Erasmus Wilson patrocinó 10.000 libras (una suma considerable en aquella época) para su transporte, que la Aguja de Cleopatra inició por fin su viaje a Londres.

El viaje del obelisco

En un peligroso viaje a través del Mediterráneo y del Atlántico, el obelisco fue encerrado en un navío especialmente construido para la ocasión, llamado «Cleopatra». Desgraciadamente, seis personas perdieron la vida al quedar atrapado en una tormenta frente al Golfo de Vizcaya. El barco, con el obelisco en su interior, fue abandonado por su tripulación, pero más tarde fue descubierto flotando y remolcado hasta el puerto de Ferrol (España). Tras las reparaciones necesarias, siguió su camino hasta llegar a Inglaterra después de más de cuatro meses en el mar.

La Aguja de Cleopatra hoy

El 12 de septiembre de 1878, la Aguja de Cleopatra encontró su lugar de descanso definitivo en Victoria Embankment, donde hoy se erige como parte emblemática del paisaje histórico de Londres. Curiosamente, se añadieron dos réplicas en bronce de esfinges egipcias a ambos lados de la aguja, aunque, contrariamente al diseño tradicional, están orientadas hacia el lado opuesto. Estos añadidos, junto con otros elementos como la cápsula del tiempo enterrada bajo el monumento, añaden aún más intriga a esta estructura ya de por sí fascinante.

En conclusión, aunque en un principio muchos visitantes se sientan atraídos por la Aguja de Cleopatra simplemente por su exótico nombre o su imponente estatura en medio de la arquitectura moderna, al profundizar en la historia se descubre una historia llena de aventura y resistencia, un monumento realmente digno no sólo del antiguo Egipto, sino también de la ciudad que ahora llama su hogar.

Preguntas más frecuentes

¿Qué es la Aguja de Cleopatra en Londres?

La Aguja de Cleopatra es uno de los tres antiguos obeliscos egipcios que se erigen en Londres, París y Nueva York. A pesar de su nombre, este monumento no tiene relación directa con la reina Cleopatra, sino que fue hecho para el faraón Tutmosis III hacia 1450 a.C. El obelisco de Londres se encuentra en Victoria Embankment, cerca de los puentes del Jubileo de Oro. El gobernante egipcio Muhammad Ali Pasha lo regaló al Reino Unido en 1819.

¿Cómo puedo visitar la Aguja de Cleopatra?

La Aguja de Cleopatra se encuentra en Victoria Embankment, cerca de los puentes Golden Jubilee, y es fácilmente accesible en transporte público. Si viaja en metro, bájese en las estaciones de Embankment o Temple, ambas situadas a poca distancia del monumento. No hay que pagar entrada para ver la Aguja de Cleopatra, ya que está a la vista del público.

¿Qué importancia histórica tiene la Aguja de Cleopatra?

El obelisco tiene un gran valor histórico debido a su antigüedad y a su origen. Tallado hacia 1450 a.C. durante el reinado del faraón Tutmosis III, estuvo en pie en Heliópolis durante unos 1.400 años antes de ser trasladado a Alejandría por el emperador romano Augusto César, donde permaneció enterrado bajo la arena durante siglos hasta que fue redescubierto. Sus inscripciones jeroglíficas cuentan historias de victorias militares y alabanzas a los dioses de la época.

¿Hay algo único en la ubicación de la aguja de Cleoparta?

Aparte de su rica historia, lo que hace especial a este obelisco son las dos réplicas en bronce de esfinges que lo custodian a ambos lados, añadiendo más atractivo estético a su ubicación junto al Támesis. Además, durante su reconstrucción en Londres en 1878 se enterró bajo el obelisco una cápsula del tiempo que contenía objetos como un juego de monedas británicas, una guía ferroviaria e incluso algunos juguetes infantiles.

¿Qué otras atracciones cercanas se pueden visitar después de la Aguja de Cleopatra?

Además de la Aguja de Cleopatra, hay otros lugares emblemáticos a los que se puede ir andando. Entre ellos están Somerset House, el mercado de Covent Garden para los amantes de las compras y la gastronomía, así como Trafalgar Square, donde se encuentra la Columna de Nelson y la Galería Nacional, que alberga más de 2.000 obras de arte.

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