Situado en el corazón de Sintra, Portugal, una ciudad conocida por sus encantadores paisajes y tesoros arquitectónicos, se encuentra el Palácio Nacional de Sintra. Con sus características chimeneas cónicas gemelas y una ecléctica mezcla de estilos gótico, manuelino, morisco y renacentista, este palacio es uno de los lugares históricos más visitados de Portugal.
Breve historia
Los orígenes del Palacio Nacional de Sintra se remontan al siglo X, cuando era residencia de los gobernantes moros. Después de que el rey Afonso Henriques reconquistara Sintra a los moros en 1147, durante el periodo de la Reconquista -reconquista por parte de los cristianos contra el dominio musulmán-, se hizo también con el palacio. A lo largo de los siglos siguientes, los monarcas portugueses lo ampliaron y remodelaron hasta convertirlo en lo que vemos hoy.
La remodelación más importante tuvo lugar bajo el reinado de Dinis I (1261-1325), que añadió varias secciones nuevas al palacio, incluidos los aposentos reales. El rey João I encargó azulejos con escenas de caza en el Salón de los Cisnes hacia 1420 y su hijo Duarte añadió techos ornamentados en el Salón de los Blasones.
Aspectos arquitectónicos destacados
Las dos imponentes chimeneas que dominan el horizonte forman parte de la cocina del palacio construida por João I, que aún se conserva intacta, con los antiguos hornos utilizados para asar carne a gran escala durante los banquetes medievales que se celebraban en el palacio. Los interiores presentan impresionantes azulejos, una intrincada labor de estuco y bellos murales que reflejan diferentes periodos de la historia.
La influencia morisca se aprecia en los motivos geométricos que adornan las paredes, mientras que el estilo manuelino -una mezcla única entre el gótico tardío y el Renacimiento temprano caracterizada por una rica ornamentación inspirada en temas marítimos- se manifiesta a través de cuerdas retorcidas talladas en piedra, esferas armilares y otros elementos náuticos. La Sala de los Cisnes cuenta con un techo adornado con 27 paneles octogonales, cada uno con un cisne, símbolo de la casa de Aviz, a la que perteneció João I.
Salas de visita obligada
Entre las numerosas salas del palacio, algunas destacan por su importancia histórica o sus características únicas. La Sala de los Blasones es una de ellas, donde podrá admirar la mayor colección de escudos reales de Portugal expuestos en el techo de madera junto con retratos de reyes portugueses.
La Sala de las Urracas debe su nombre a las urracas pintadas en el techo, que sostienen pergaminos en sus picos con la inscripción «Por bem» (Por el bien). Se dice que fue la respuesta del rey João I a las habladurías de la corte sobre su relación con una dama de compañía. Otra visita obligada es la Sala Árabe, que exhibe una hermosa decoración de estilo mudéjar característica de los reinados de Manuel I y João III, cuando Sintra era frecuentada por la nobleza española.
Alrededores y jardines
Más allá de los muros del palacio, los visitantes disfrutan de unas impresionantes vistas de la ciudad y las colinas circundantes desde las diversas terrazas que rodean el edificio. También se pueden explorar exuberantes jardines llenos de plantas exóticas traídas por los exploradores portugueses durante la Era de los Descubrimientos, fuentes y pequeños lagos que añaden una capa extra de encanto a este ya de por sí cautivador lugar.
Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO
En 1995, el Palacio Nacional de Sintra fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la categoría de «Paisaje Cultural», reconociéndolo como una parte importante no sólo del patrimonio cultural de Sintra, sino de todo el mundo, debido a su valor universal excepcional que representa un período significativo de la historia de la humanidad.
Tanto si es un entusiasta de la historia como si simplemente le gusta explorar nuevos lugares, la visita al Palacio Nacional de Sintra le transportará a diferentes épocas y le proporcionará una visión única de la rica historia y el patrimonio cultural de Portugal.
Preguntas más frecuentes
¿Cuál es el horario de apertura del Palacio Nacional de Sintra?
El Palacio Nacional de Sintra está abierto a los visitantes todos los días, con ligeras variaciones de horario según la temporada. De marzo a octubre, abre de 9:30 a 19:00 horas. En los meses de invierno (de noviembre a febrero), cierra una hora antes, a las 18:00 horas. La última entrada es siempre una hora antes del cierre.
¿Cómo puedo conseguir entradas para el Palacio Nacional de Sintra y cuánto cuestan?
Las entradas para visitar el Palacio pueden adquirirse en línea o directamente en las taquillas del recinto. El precio estándar de la entrada de adulto es de 10 euros, mientras que los niños de entre seis y diecisiete años y los mayores de sesenta y cinco pagan una tarifa reducida de 8,50 euros. Los menores de seis años tienen entrada gratuita.
¿Qué importancia histórica tiene el Palacio Nacional de Sintra?
El Palacio ha sido un hito importante desde sus inicios durante la dominación musulmana de Portugal, alrededor del siglo XI d.C., pero adquirió relevancia cuando el rey João I lo convirtió en su residencia oficial en el siglo XV. Su mezcla única de estilos gótico, manuelino, morisco y mudéjar refleja varios periodos de la historia portuguesa, así como influencias de diferentes culturas que interactuaron con Portugal durante su época de exploraciones marítimas.
¿Qué hay que ver en el Palacio Nacional de Sintra?
El palacio cuenta con varios elementos arquitectónicos notables y salas que merece la pena explorar, como la Sala dos Brasões (Sala de los Blasones), con decoración heráldica que simboliza la nobleza portuguesa; la Sala de los Cisnes, llamada así por su techo decorado con pinturas de cisnes; la Sala de las Urracas, adornada con urracas pintadas que representan los cotilleos de la corte; la Sala Árabe, que muestra la influencia arquitectónica islámica; y las emblemáticas chimeneas cónicas gemelas de la cocina del palacio, visibles desde lejos.
¿Hay visitas guiadas disponibles en el Palacio Nacional de Sintra?
Sí, hay visitas guiadas disponibles y muy recomendables para apreciar plenamente el contexto histórico y los matices arquitectónicos de este monumento. Pueden reservarse con antelación o concertarse in situ en función de la disponibilidad. Las audioguías también son una opción para quienes prefieran una visita a su propio ritmo.