Situada en el corazón de Lisboa, la vibrante capital de Portugal, la Praça Dom Pedro IV, más conocida como Plaza de Rossio, es un destino de visita obligada para cualquier viajero. Esta histórica plaza ha sido el centro de la vida lisboeta desde la Edad Media y ofrece una encantadora mezcla de encanto antiguo y energía moderna.
Breve historia
La Praça Dom Pedro IV debe su nombre al rey Pedro IV de Portugal. Sin embargo, la mayoría de los lisboetas la siguen llamando por su antiguo nombre, Rossio. El término «Rossio» se utiliza a menudo en las ciudades portuguesas para designar las grandes plazas principales y, fiel a esta definición, esta plaza ha sido durante mucho tiempo un punto central de Lisboa.
La historia de la Plaza del Rossio se remonta al siglo XIII, cuando funcionaba como uno de los principales mercados de alimentos de Lisboa. Con el tiempo, se convirtió en un lugar de encuentro popular para gente de todas las clases sociales, desde nobles de alto rango que asistían a fastuosos banquetes y festivales hasta plebeyos que se reunían para asistir a ejecuciones públicas durante la época de la Inquisición.
Aspectos arquitectónicos destacados
La Plaza del Rossio cuenta con impresionantes ejemplos de arquitectura pombalina, llamada así por el Marqués de Pombal, que inició los esfuerzos de reconstrucción tras el devastador terremoto que asoló Lisboa en 1755. Dos fuentes barrocas idénticas flanquean ambos lados de la plaza, mientras que los intrincados diseños de adoquines añaden más interés visual a ras de suelo.
La pieza central es, sin duda, el Teatro Nacional Doña María II, que se alza majestuoso en uno de los extremos con su fachada neoclásica en la que destacan estatuas que representan ocho formas o géneros diferentes: tragedia y comedia; música y danza; drama y ópera; poesía y alegoría.
Monumento a Dom Pedro IV
Delante se alza el Monumento a Dom Pedro IV, una imponente estatua dedicada al rey Pedro IV, cuyo reinado en Portugal fue breve pero significativo. Se le representa sosteniendo la Constitución portuguesa que luchó por proteger, y a sus pies hay cuatro figuras femeninas que representan la Justicia, la Sabiduría, la Fortaleza y la Moderación, virtudes atribuidas a Pedro IV.
Explorar los alrededores
El vibrante ambiente de la plaza se extiende a sus alrededores. Al norte se encuentra la estación de tren de Rossio, con su característica fachada manuelina, un estilo arquitectónico único que combina influencias góticas y moriscas. La estación sirve de puerta de entrada a Sintra, otro destino de visita obligada conocido por sus palacios de cuento de hadas.
Al sur de la Praça Dom Pedro IV se encuentra el Arco de la Rua Augusta, que conduce a la Plaza del Comercio, en el paseo marítimo de Lisboa. Esta calle peatonal está repleta de tiendas, cafeterías y artistas callejeros, lo que la convierte en un lugar ideal para pasear sin prisas y empaparse de la cultura local.
Delicias culinarias
Ninguna visita estaría completa sin disfrutar de la oferta culinaria de Lisboa. Las tradicionales cafeterías portuguesas que rodean la Plaza del Rossio sirven deliciosos pasteles, como el Pastel de Nata (tarta de natillas portuguesa), junto con potentes tazas de café: perfecto para desayunar o merendar. Para los amantes del marisco, hay muchos restaurantes que sirven pescado fresco perfectamente maridado con Vinho Verde, el famoso «vino verde» de Portugal.
Reflexiones finales
La Praça Dom Pedro IV o Plaza de Rossio ofrece algo más que una bella arquitectura: permite echar un vistazo a la rica historia de Lisboa y a su vibrante estilo de vida moderno, todo ello en un mismo y encantador lugar. Tanto si está explorando monumentos históricos, comprando recuerdos o saboreando delicias gastronómicas, esta bulliciosa plaza le cautivará.
Preguntas más frecuentes
¿Cuál es la importancia histórica de la Praça Dom Pedro IV?
La Praça Dom Pedro IV, también conocida como Rossio, ocupa un lugar importante en la historia de Lisboa. Desde la Edad Media ha sido un punto de encuentro para lisboetas y visitantes. La plaza debe su nombre al rey Pedro IV de Portugal (Dom Pedro IV), que también fue emperador Pedro I de Brasil. Una estatua suya ocupa un lugar destacado en el centro de la plaza. A lo largo de los siglos, este espacio ha visto de todo, desde celebraciones y corridas de toros hasta ejecuciones públicas en tiempos de la Inquisición.
¿Cómo llegar a la Praça Dom Pedro IV?
La plaza está situada en el centro de Lisboa y es fácilmente accesible por varios medios de transporte. Si utiliza el transporte público, coja la línea Verde o Azul del metro y bájese en las estaciones de Rossio o Restauradores, respectivamente, ambas situadas a pocos pasos de la plaza. Alternativamente, varios autobuses paran cerca, incluyendo las líneas 207, 711, 732 y otras dependiendo de su punto de partida dentro de Lisboa.
¿Qué lugares de interés hay en los alrededores de la Praça Dom Pedro IV?
En los alrededores de la Praça Dom Pedro IV encontrará numerosas atracciones que merece la pena explorar. Por ejemplo, el Teatro Nacional D.Maria II, un emblemático teatro con vistas a la plaza; la Ginjinha Espinheira, donde podrá probar la «ginjinha», un licor de cereza tradicional portugués; el Coliseu dos Recreios, una importante sala de conciertos; y muchos cafés y restaurantes que ofrecen cocina local, como Bacalhau à Brás o Pastéis de Nata. Además, el hermoso barrio de Baixa comienza aquí con sus elegantes calles cuadriculadas llenas de tiendas y boutiques.
¿Se celebran eventos en la Praça Dom Pedro IV?
La Praça Dom Pedro IV es un animado centro de actividad en Lisboa, donde se celebran diversos eventos a lo largo del año. En épocas festivas como Navidad y Nochevieja, la plaza se convierte a menudo en el centro de las celebraciones con decoraciones especiales, puestos de artesanía y comida e incluso actuaciones en directo. De vez en cuando, la plaza también acoge mítines políticos, festivales culturales y otras reuniones públicas.
¿Cuál es el horario de apertura de la Praça Dom Pedro IV?
La Praça Dom Pedro IV es una plaza pública abierta que puede visitarse a cualquier hora del día o de la noche. Sin embargo, tenga en cuenta que los comercios de los alrededores, como tiendas, cafeterías y restaurantes, tienen sus propios horarios de apertura. Se recomienda visitarla durante el día por razones de seguridad y para apreciar plenamente su belleza arquitectónica.