Introducción a la Straße der Menschenrechte
La Straße der Menschenrechte, o Calle de los Derechos Humanos, es una impresionante instalación artística al aire libre situada en la ciudad alemana de Núremberg. Esta obra monumental se inauguró el 24 de octubre de 1993 y desde entonces se ha convertido en un importante punto de referencia para locales y turistas. La calle sirve tanto de conmovedor recordatorio del pasado de Alemania como de poderoso símbolo de su compromiso con los derechos humanos.
El concepto de la instalación artística
Este impactante monumento fue diseñado por el artista israelí Dani Karavan con un objetivo primordial: promover la paz, el entendimiento y el respeto de los derechos humanos en todo el mundo. La idea de esta singular instalación artística partió de Peter Opll, que en aquel momento ocupaba el cargo de Director General de Museos de Núremberg. Su visión fue materializada por Karavan, que elaboró minuciosamente cada elemento del espacio.
El diseño de la Straße der Menschenrechte
La Calle de los Derechos Humanos no es la típica calle urbana; es un museo al aire libre que se extiende desde la calle Kornmarkt, en el casco antiguo, hasta el bulevar Marientorgraben. Consta de 27 pilares de hormigón blanco (cada uno de unos ocho metros de altura), dos puertas en cada extremo que señalan los puntos de entrada y salida, y un roble plantado en el centro.
Cada pilar lleva inscrito un artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en alemán y en otro idioma que representa a distintas partes del mundo, lo que la convierte en una verdadera representación internacional contra la violación de los derechos humanos en cualquier lugar de la Tierra. Estos artículos están grabados en placas rectangulares de hierro fundido que luego se fijan al cuerpo de cada columna, creando un contraste visual impactante con la estructura de hormigón blanco.
Una representación simbólica
Además de ser estéticamente agradable, cada parte de la Straße der Menschenrechte tiene un profundo significado simbólico. Las dos puertas, por ejemplo, representan la lucha constante entre exclusión e inclusión en nuestra sociedad. El roble en el centro simboliza la resistencia de la vida a pesar de las adversidades.
Los pilares recuerdan con crudeza las atrocidades cometidas contra la humanidad durante la Segunda Guerra Mundial, al tiempo que se erigen en guardianes de los derechos humanos en la actualidad. Es interesante observar que 20 de estos 27 pilares están situados dentro del recinto del museo, mientras que los siete restantes se extienden más allá, en la vía pública, simbolizando cómo el respeto de los derechos humanos no debe quedar confinado entre muros, sino impregnar la vida cotidiana.
Visitar la Straße der Menschenrechte
Tanto si es un entusiasta del arte como un aficionado a la historia, visitar la Straße der Menschenrechte es una experiencia profundamente conmovedora que no debe perderse cuando visite Núremberg. Esta instalación está abierta todo el año y se puede acceder a ella gratuitamente las 24 horas del día, los 7 días de la semana, lo que resulta muy cómodo para los turistas que deseen visitar este monumento a su propio ritmo.
Aunque no hay visitas guiadas disponibles específicamente para la Calle de los Derechos Humanos debido a su naturaleza al aire libre, los visitantes pueden aprovechar los recorridos por la ciudad que a menudo incluyen este importante lugar en su itinerario junto con otras atracciones notables como el Castillo de Núremberg o el Germanisches Nationalmuseum, situados en las cercanías.
Un faro de esperanza
La Straße der Menschenrechte no es sólo una atracción turística más, sino un faro que nos recuerda la importancia de defender los derechos humanos básicos en todo el mundo. Su poderoso mensaje resuena más allá de las fronteras de Alemania y llega a los corazones de todos los continentes, inspirando a todos a crear un mundo más justo en el que la dignidad y la libertad sean valores universales apreciados por todas las personas, independientemente de su raza, religión o nacionalidad.
Preguntas más frecuentes
¿Qué es la Straße der Menschenrechte y dónde se encuentra?
La Straße der Menschenrechte, o Calle de los Derechos Humanos, es una instalación artística al aire libre en Núremberg (Alemania). Está situada junto al Germanisches Nationalmuseum, en la calle Kartausergasse, entre las calles Kornmarkt y Jakobsplatz. El monumento se inauguró en 1993 como símbolo del compromiso con los derechos humanos.
¿Qué representa la Straße der Menschenrechte?
La Calle de los Derechos Humanos representa el compromiso público de defender y proteger los derechos humanos. La instalación consta de 27 pilares redondos de hormigón blanco y piedra arenisca, con cada pilar inscrito con un artículo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en diferentes idiomas. También hay un roble en ambos extremos que significa crecimiento y fuerza; todo ello diseñado por el artista israelí Dani Karavan.
¿Cuándo puedo visitar la Straße der Menschenrechte y necesito entradas?
La Calle de los Derechos Humanos es un monumento al aire libre que puede visitar en cualquier momento sin necesidad de entradas. Al estar al aire libre, no hay un horario de apertura específico, pero visitarla durante el día proporcionaría una mejor visibilidad para leer las inscripciones de cada pilar.
¿Existen visitas guiadas para explorar la Straße der Menschenrechte?
Aunque es posible que no se disponga de visitas guiadas formales específicas para este lugar debido a su naturaleza abierta, muchos paquetes turísticos de la ciudad incluyen este significativo hito en su itinerario dada su importancia histórica. Es posible que encuentre guías locales que ofrezcan visitas a pie personalizadas que incluyan este lugar junto con otras atracciones de Núremberg.
¿Cómo puedo llegar a la Straße der Menschenreichte si viajo en transporte público?
Si viaja en transporte público por Núremberg, puede tomar las líneas de metro U1 o U11 y bajar en la estación Lorenzkirche. Desde allí, sólo hay un corto paseo hasta la Calle de los Derechos Humanos. Alternativamente, muchas líneas de autobús local también paran cerca, lo que facilita el acceso a los visitantes.